13.2.09

Días de radio

Ante último día en la radio. Las cosas no andaban bien desde hace mas tiempo del que tomé la decisión, tal vez por amor, tal vez por cobardía, lo observable es que dilataba fugar de allí.
Primero creí estar en pie de guerra para enamorarme, lo que me hizo ver las cosas de un cierto tinte bastante irreal por decirlo de alguna manera. El amor no fue, pero dio pie a la amistad. Y esa amistad se fue adosando a otras que ya formaban un grupo.
La cotidianeidad me arrastraba a que la rutina diaria sea prácticamente ineludible. Mi cerebro no veía como opción dejar todo eso. Las relaciones se consolidaron, a pesar del grupo había diferencias entre unos y otros, tal vez el miedo a que con algunos no perdure fue que me fui acomodando.
Desde un principio supe en que me metía, primero era experiencia pero la cosa cada vez se confundía aun más. Casi por casualidad salió mi temor a la luz en medio de una conversación. Repentinamente todos nos encontrábamos a un paso de la entrega del mando, pero nadie lo hacía. Nos atábamos los unos a los otros. La situación comenzó a empeorar al mismo tiempo en que creíamos fuertemente en los lazos, la cotidianeidad paso a segundo plano y allí estábamos frente a la alta y única cúpula de la emisora pretendiendo mejoras. De más esta decir que nada de eso pasó. Un par de días quedaron sin palabras, el aire estallaba en mil pedazos por el menor silbido, así que allí estábamos detonando por dentro.
Ahora pienso que la partida de cada uno, con escasos días o incluso minutos de diferencia, no fue más que una deserción en orden de fatiga. De la mayor antigüedad hasta la más mínima fuimos dando a conocer que es lo que queríamos.
Con el fin casi a cuestas nos reunimos, no fue en situación gremial, a pesar de revolver hasta el mínimo detalle de cómo habíamos llegado a eso, sino mas bien a modo de cierre, y porque no de apertura.

No hay comentarios.: