5.9.09

Linea del pensamiento

El bosque era inmenso, exorbitante, inabarcable, extremo, casi imperial.
Deambulaba buscando vaya uno a saber qué. Alzando la vista logro ver como planeaba extendiendo sus extremidades. Pensaba, debo haberme perdido el salto maestro. El instante en que imaginaba como habría tomado carrera le hizo perder el aterrizaje. Cuando volvió en si, el mapache ya jugaba a los pies de un árbol. Siguió caminando y creyó ver como dos mariposas se posaban sobre una flor naranja que expelía rayos violetas hacia afuera. Creyó estar en medio de un cuento de hadas, la inmensidad lo apabullaba. La luz de semejante paisaje comenzó a apagarse, algo ajeno a él obturaba la luz del sol a mayor velocidad. Las penumbras se hicieron lugar. Ya no había ni mapaches voladores, ni mariposas pululando, ni la psicodelia de las flores. El bosque se cerraba progresivamente a medida que los pasos se acortaban. en menos de lo que el pueda recordar se encontraba desfilando de costado entre medio de una gran confusión de ramas, hojas, lianas y raíces. Al tanteo, y sin casi nada de luz seguía con el paso dudoso hacia delante.
Nunca se detuvo. Nunca pensó en volver atrás. Abrió paso y allí estaba él. Se perdía cómo el mapache aterrizaba.

2 comentarios:

P. dijo...

ah!
el bosque es uno de mis medios favoritos...

vamos a pasear al bosque y charlamos de vacaciones..

beso querida!

P. dijo...

bien sûr que c'est moi!

pero no me desmascares que me hago pis encima..

y charlas sin sentido! que el sentido se saque un pelo de la nariz y grite como loco. por forro!

je

besos!