26.9.09

¡Todo era amor!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M,
con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!


Oliverio Girondo

5 comentarios:

Anónimo dijo...

yo creo que esto no es mas un monton de palabras amontonadas que encima suenan mal juntas, cambia de profesion o aprende a escribir!

Anónimo dijo...

soy el mismo anonimo, el post anterior era para "Seis de la Tarde"

P. dijo...

rainbows!
(yo igual estoy blanco y negro en ese tema)
pero vos dale con tu amor!

Mariana Costa dijo...

Hey Anonimo, me asusté, pensé que hablabas de Girondo

Clarisa Kretschel dijo...

Que onda anónimo???
Si tenés comentarios ofensivos por lo menos poné quién sos.
Mostranos algo de lo que escribís así opinamos también