29.8.09

Seis de la tarde

Por un altoparlante latoso se oye una y otra vez, una voz femenina: “No se dejen empujar. Por favor hay siete puertas más”.
Un hombre flaco, sentado frente a una mujer, dirige una mirada atónita. Ella se asoma por un rincón de la ventana. Diez vacas intentan ingresar por una de las puertas del sexto vagón de la línea B.

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