Discutíamos bajo el cielo de Nono acerca de la oscuridad. Nos entregaron el pedido de milanesas con fritas y casi inmediatamente volvimos en silencio.
Cuando llegamos miré el plato fijamente y muchos meses después me di cuenta de que nunca más comería las papas fritas que hacia mi abuela.
4 comentarios:
No hay nada más lindo que una abuela.
Gastón
mmmmmmm... me quede pensando.... triste... creo que me acabo de dar cuanta de lo mismo...
Maty recien leo esto!!!
Maty recien leo esto!!!
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